La mayoría, ya sea por amante del cine, admirador de Meryl Streep, o apasionado de la moda, hemos visto "The Devil Wears Prada". ¿Recuerdan la escena dónde James Holt le muestra los vestidos, y el personaje de Stanley Tucci hace un recuento rápido de las reacciones de Miranda a los vestidos? Hay una frase que dice:
"Hasta ahora se ha registrado una sonrisa, fue para Tom Ford en 2001".
Pues sin ser el alter ego de Miranda del cine, me atrevo a decir que 9 años después, Tom Ford obtiene otra sonrisa, pero ahora no es por algún vestido, sino por esta obra cinematográfica que viene siendo la Ópera Prima de este diseñador, y ahora Director. Cuyo título es "A Single Man", y cuya sinopsis nos dice que trata sobre un profesor universitario homosexual, que acaba de perder a su pareja en un accidente, y que a través de diferentes experiencias intenta encontrarle el sentido a la vida.
Vayamos por partes. La dirección de Ford es muy buena, la película mantiene una exquisita estética todo el tiempo, y esos pequeños detalles como los closed-up a los ojos, transmiten demasiado. Ciertamente muchos encuentran fallos, y siendo honestos, los tiene; Pero tomemos en cuenta de que se trata de un primerizo, y que el nivel que presenta su dirección, es bastante prometedor. Dos pulgares arriba para Tom Ford.
El guión, adaptado de la obra original de Christopher Isherwood, hecho por el mismo Ford y David Scearce, tiende a ser muy bueno, con escenas como la clase y el discurso acerca del "miedo", o la conversación hacia el final de la película, son cuadros que no dejan a nadie indiferente. Así como los diálogos entre el profesor y su pareja, mostrados en modos de recuerdos, nos hacen partícipes de esa nostalgia y melancolía que rodean a nuestro protagonista.
En cuanto a las actuaciones, tenemos a la mejor actuación masculina del año, Colin Firth desborda y se mete en el cuerpo de su personaje, aquel que no haya sentido realmente el dolor que expresa al enterarse de la muerte de su ser amado, es porque no estaba atento, o no tiene corazón. La falta de Julianne Moore en las nominaciones a Mejor Actriz de Reparto, es entendible debido al alto nivel que se mostró durante el año, y no porque haya sido mala, un poco recargada su interpretación, pero sin dejar de ser buena. El resto del elenco es bueno, Houl, Kortajarena, Goode, forman un tercio que sacan más de un suspiro, y de nuevo gracias a la dirección de Ford.
Haciendo lo mismo que en The Informant!, conseguí desde meses antes la Banda Sonora, compuesta por Abel Korzeniowski, y es tan buena como elegante, temas que funcionan aún sin estar viendo la película, que realmente te comunican esa soledad y pérdida, forman en conjunto un trabajo más que formidable, y que fue injustamente olvidado de los Academy Awards, de las mejores Bandas Sonoras del año. La obra de Korzeniowski, aunado a una fotografía deliciosa, y a una edición muy buena, hacen de la obra una experiencia estética, rayando en lo poético, que junto todo nos dicen que esos pequeños detalles cotidianos, como el timbre del teléfono, o el humo de un cigarrillo, son suficientes para sumergirnos en los recuerdos más profundos que tenemos de aquella persona que hemos amado, y que nos hacen sentir en determinado momento que la existencia no tiene sentido, sin embargo, analizando más esos "detalles" descubrimos que no todo está perdido.
Escala Miranda Priestly: Una Sonrisa